ENTREVISTA A LOLA MORA- 1910

Dolores Mora Vega, más conocida como Lola Mora nos da una exclusiva entrevista donde nos deja ver sus aspectos más íntimos.

La reconocida escultora nos abre las puertas de su casa para dar comienzo a este reportaje y se la ve muy relajada sentada sobre su chaise longe.

Primero que nada queremos felicitarte por tu casamiento que como sabemos ocurrió hace tan solo unas semanas.

Muchas gracias. Estoy muy feliz a pesar de todas las trabas que se me impusieron.

¿Cuáles trabas serian esas?

 A los Otero no les agrada la idea de ver a su hijo casado con una mujer que podría ser su madre. Tanto en el acta civil como en la religiosa, yo figuro con una edad de 32 años en vez de 43-

No dudamos que eso sea un impedimento para usted, siempre firme. Así la vimos cuando quisieron sacar la Fuente de las Nereidas a poca distancia de la Casa Rosada hacia la Costanera Sur

Ese fue otro tema. Muchos me ven como una contemporánea de la época pero lo que hice fue traer tendencias europeas ya instaladas allá, hacia Argentina, modernizarla. Al margen de que se haya corrido a un lugar mucho menos transitado, sigo pensando que es un gran aporte para la ciudad. Los que impulsaron el corrimiento de la obra son de las ligas moralistas que ni siquiera me pueden ver trabajando en pantalones. Hay que crecer y eso no va a suceder pronto si mucha gente todavía sigue pensando de esa manera.

Se está corriendo un rumor acerca de su lugar de nacimiento. Mucha gente cree que nació en Trancas, Tucumán. Sin embargo, últimamente se dice que nació en El Tala, Salta. ¿Qué puede decirnos sobre este tema?

Me parece que no es un dato relevante. Mi lugar de nacimiento no cambia quien o como soy. Es tan solo un lugar en el mundo. Pero si tan interesada esta la gente en saber cual es mi lugar de nacimiento pueden ponerse a averiguar en los registros. Les aseguro que no es tan difícil investigar sobre estos asuntos.

Conocemos que tiene 6 hermanos:3 mujeres y 3 varones ¿Cómo fue crecer con tantos niños?

Bueno se puede imaginar que para todo chico es muy importante estar rodeado de gente de la misma edad. Me divertí muchísimo, sobre todo con las bromas que nos hacían mis hermanos a nosotras, las mujeres.
Después el tener muchos hermanos tiene sus ventajas y desventajas. Uno de los lados buenos era que mis hermanos mas grandes me ayudaban mucho a estudiar y hacer las tareas. Con mis hermanos más pequeños era otra historia. Los más grandes los cuidábamos como si fueran propios. Fue una experiencia muy linda.

¿Qué puede decirnos de sus comienzos y de Santiago Falcucci, su maestro?

A poco de cumplir 20 años, recibí quizás mi mejor regalo: llegó a Tucumán Santiago Falcucci, un italiano profesor de pintura, al que por supuesto me acerque.
 Por aquel entonces la Sociedad de Beneficencia de Tucumán organizaba exposiciones de arte; en la primera en que me presento intentan rechazar mis obras argumentando que “la Srta. Mora no armoniza con el apellido de las demás expositoras”. Falcucci salió al cruce y amenazó con retirar a todos sus alumnos de la exposición si yo no era aceptada. Finalmente logré exponer y los rumores siguieron: ¿Qué relación me unía a Falcucci? ¿Qué ingerencia tenía el gobierno provincial sobre mi figura? Preguntas y más preguntas surgían irremediablemente alrededor mío… Dos años más tarde en otra exposición de las Damas, presenté lo que sería mi primera gran obra: 20 retratos de Gobernadores tucumanos. Fue un gran impacto, ya que era juzgada por mis relaciones con la política, expuse retratos de políticos… Una osadía, una provocación, y ¿por qué no, una travesura? Esos retratos los termine donando al Gobierno provincial, recibiendo a cambio una paga de $5000
 En 1895 solicité una beca, por intermedio del Dip. Marcos Avellaneda por Tucumán,  ante el Congreso de la Nación para ir a estudiar a Italia. Un año más tarde se me concedió la beca de 100 pesos oro y allá me fui.

Como todos sabemos, Lola es una gran artista que seguramente seguirá produciendo arte por mucho tiempo más deleitándonos con sus obras, con su audacia y con ese aire fresco y contemporáneo que siempre lleva consigo.

CASAMIENTO DE VICTORIA OCAMPO.- CRONICA, 1910

9 de noviembre de 1912

La revolucionaria escritora Victoria Ocampo contrajo matrimonio el día de ayer con Luis Estrada.


Él, apodado Mónaco, es un morocho de ojos azules, mejillas hundidas y sonrisa picara que agrada. Una cercana amiga dice que Estrada sufre de “amor propio desmedido”. Todos valoran su inteligencia.
Ella, apodada Victorita, tiene tan solo 22 años y se anima a cuestionar las costumbres de nuestra época. Su vocación es la literatura, terreno que muy pocas mujeres transitan hoy en día.
Se habían conocido en 1907 aunque recién a fines de 1911 se puso de manifiesto el interés sentimental que los unía. Mónaco comenzó a visitar la casa de Victorita. A la cuarta o quinta vez que lo hizo, don Manuel Ocampo se encerró con él en su escritorio y le preguntó cuáles eran sus intenciones. No bien supo que la relación terminaría en el altar, permitió que el candidato siguiera frecuentando la casa. Los chicos podían conversar a solas, pero siempre tenía que haber alguno de la familia observándolos a corta distancia. Para don Manuel era todo un alivio que su hija se encarrilara en la vida, ya que ella había manifestado sus escandalosas inclinaciones a la actuación teatral. Para que quedara claro lo que el señor Ocampo opinaba sobre las actrices, una vez dijo en voz alta: “El día que en que una hija mía suba al escenario, en ese mismo momento, de un balazo me vuelo la tapa de los sesos”.
 La fiesta de casamiento tuvo lugar en la casa de los Ocampo, en Viamonte y Florida. Anoche, a Victorita le llamó la atención el olor a naftalina que tenía el traje de su novio. A su amiga Delfina Bunge, en cambio, le resultó encantador el altar de rosas blancas y le divirtió la palidez de Mónaco, quien había abandonado su postura gallarda de soltero, aún frente a sus compañeros del rugby, y enfrentaba el matrimonio con aspecto de pollo mojado.
Pero más allá de las instantáneas que se grababan en la memoria de los invitados, muchos observaban con curiosidad a la pareja: se trataba del casamiento de dos personas que pretendían, cada una por su lado, ser el centro del universo. Ayer, luego de la fiesta, partieron rumbo a Europa en su luna de miel, en donde permanecerán por un mes aproximadamente.

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